http://www.lavozdegalicia.es/noticia/sociedad/2012/06/11/escuela-futuras-mamas/0003_201206G11P60992.htm
Escuela para futuras mamás
«La maternidad se puede plantear con mucho menos gasto del que muchas veces pensamos por todos los instrumentos que parece que hay que tener», explica una matrona
Antes de entrar en el aula, Irma Rogel dice que ya es abuela de parto. Empezó a traer niños al mundo hace más de treinta años. Algunos de aquellos que lloraron en sus brazos por primera vez se emocionan al ver cómo aquella matrona que les abrió las puertas del mundo se las abre también a sus hijos. Cuando habla de ello, se ve que le gusta.
Dice que el de matrona es un trabajo de vocación, engancha. «Después de tanto tiempo hay partos que continúan tocando algo la fibra. No es la primera vez que lloramos. La verdad es que nos gusta», asegura.
Lo corrobora otra enfermera, Silvia, que hace prácticas para convertirse también en matrona. Es el EIR, lo equivalente en enfermería al MIR de la medicina. «Engancha y además ves que no solo es atender partos, la especialidad de matrona abarca un campo mucho más amplio como la anticoncepción, evaluar como es la recuperación...», explica.
Hoy la clase la darán las dos. Como en una cocina, serán cocinero y pinche. Las futuras mamás comienzan estos seminarios a partir de la semana 28 del embarazo.
Los completan en clases de dos horas durante seis días, normalmente repartidos a lo largo de varias semanas. El temario es pautado. Motivos de ingreso, el parto, cuidados del puerperio, cuidados del recién nacido... Hoy toca lactancia.
La verdad es que al ir a la clase de una escuela de futuras mamás, uno esperaba encontrar un aula llena de chicas sentadas en el suelo soplando al aire y emitiendo un constante «puff-puff», pero lo que halla es un power point de entrada y a las embarazadas perfectamente sentadas aguardando la explicación. Cosas de no ser ni primeriza. Porque en las clases de preparación al parto hay una parte teórica y luego al acabar se practican algunos ejercicios de relajación. Hoy toca teoría.
Las futuras mamás aguardan sentadas en una pequeña sala en la planta baja del centro de salud de Matogrande. Todas tienen una buena cara. Y por el tamaño, buena barriga. Eso ya las delata. Parece que ya no les queda mucho para el día D. Ninguna es primeriza, pero las dudas no faltan sobre todo por ese cacao mental que provoca el hecho de que en una cosa tan natural como criar a un hijo todos los que rodean a una mamá saben más que ella.
No mirar en Internet
Además los consejos médicos también varían bastante porque los estudios al respecto van aclarando cosas que antes no lo estaban tanto. La matrona solo da un consejo: «Cualquier duda que os venga a la cabeza aclararla con un experto. No consultéis en Internet».
Y comienza la clase. La matrona explica los temas ayudada del ordenador. Primero habla de los beneficios de la lactancia (el calostro es como la primera vacuna), de los instrumentos que pueden ayudar a llevarlo mejor... Querer es poder en la mayor parte de los casos.
Llega una explicación práctica. Cómo colocarse para poder dar mejor de mamar. La enfermera EIR coloca un cojín para lactancia para explicar cómo han de hacerlo. Esa es solo una de las muchas modernidades que han hecho esto más cómodo, pero tampoco hay que tenerlas.
«La maternidad se puede plantear con mucho menos gasto del que muchas veces pensamos por todos los instrumentos que parece que hay que tener», explican en el aula. Y ahí en medio del aula me invitan a entrar en el clan. «No tienes hijos, pues hay que animarse».
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