viernes, 3 de febrero de 2012

La abanderada del parto en casa muere al dar a luz en su hogar

Ni tanto ni tan poco. Lo que las mujeres necesitan es un parto humanizado, no medicalizado, pero de ahí a ponerse a parir en casa porque sí... No, así no puede ser, señoras. Os lo dice un caballero.

La muerte de Caroline Lowell reabre un debate más que candente que enfrenta a los defensores de un parto natural frente a la medicalización del alumbramiento

ValoraciónCon:1 estrella2 estrellas3 estrellas4 estrellas5 estrellas9 votos ¡Gracias!Envíando datos... Espere, por favor.
Las mejores intenciones pueden volverse en contra de sus valedores y enfrentarlos a un destino fatal. Es lo que le ocurrió a Caroline Lowell, ardiente defensora del parto en casa, que murió cuando trataba de dar a luz a su segunda hija en su domicilio. La muerte de Lowell reabre un debate más que candente que enfrenta a los defensores de un parto más o menos natural frente a la medicalización del alumbramiento, impuesta en casi todo el mundo occidental en el último medio siglo y contra al que se revelan muchas madres.
Lowell, de 36 años, era ya madre de una pequeña que había alumbrado sin complicaciones en su domicilio de Melbourne. No en vano, era la máxima defensora en su país del parto natural y casero, en el domicilio con asistencia de una matrona, libre de aparataje clínico propio de un quirófano o una sala de partos.
Lo que debía ser un acontecimiento feliz en la vida de Lowell se convirtió en una tragedia. Todo se complicó por una hemorragia que derivó en un fallo cardíaco. La atención médica que Lowell quería reducir al mínimo se hizo necesaria.