sábado, 31 de marzo de 2012

¿Hay un ecofeminismo crítico?

EcoimagesCAZZGROR
Por CELIA AMORÓS
¿Qué es el ecofeminismo? El término sugiere ya de por sí una relación entre el movimiento ecologista y el feminismo. ¿De qué naturaleza es una relación tal? Hay quienes la establecen en base a que existiría un isomorfismo entre la dominación de las féminas por los varones y la opresión del mundo natural por la especie humana. Una vez más nos topamos con la ecuación mujer=madre naturaleza. Falsa ecuación donde las haya: las mujeres pertenecemos de pleno derecho al ámbito de lo humano. Y falsa también en tanto que se constata empíricamente que entre ambas dominaciones (varón-mujer, varón-naturaleza) no existe una relación isomórfica. Se puede verificar que muchos pueblos indígenas que oprimen a las mujeres dispensan un trato exquisito a la naturaleza (los bororo de Brasil serían un ejemplo de ello) y otros, que no maltratan a las féminas especialmente, no dispensan a la naturaleza (animales, mundo vegetal) un trato precisamente exquisito. En este terreno solamente nos podemos atener a la empiria si no queremos caer en falaces generalizaciones ideológicas.
Hay una razón mucho más seria y mejor fundada para dar cuenta de la alianza entre un amplio y significativo sector del movimiento feminista y otro compuesto por los varones no misóginos que no nos mandan con tonos paternalistas “a remendar la capa de ozono”. Esta razón tiene que ver, mejor dicho, se identifica con el pensamiento crítico mismo. Quienes quieren mujeres emancipadas desde los presupuestos que en su día constituyeron la Ilustración europea del siglo XVIII –y lo que en otra parte hemos llamado “vetas de Ilustración”- aspiran a respirar en una naturaleza donde los animales no humanos no sufran, vivan con dignidad (la polémica de los derechos de los seres vivos no humanos es demasiado compleja para abordarla aquí) y su ser no se agota en función de lo que significa el “antropos”. Por aquí sí percibiríamos un pertinente engarce conceptual entre feminismo y ecologismo. El feminismo es antiandrocéntrico: es esta una de sus características definitorias. Redefine el mundo liberándolo de ese sesgo sexista que todo lo empobrece y lo distorsiona, como si solo hubiera que convalidar la mirada del varón. Análogamente, no solo se debe legitimar la apreciación del mundo de los humanos, en sentido genérico: del anthropos, como lo llamaban los griegos (si bien haciendo trampa y solapando su sentido con el de aner, que significa varón). Las otras especies tienen interesantes percepciones que aportar y que debemos integrar para no tener un mundo que se cree solemnemente antropocéntrico y, desde una perspectiva no sesgada viene a ser, simplemente, paleto.
EcofemiimagesCATQ7P2FSolo nos liberará de la perspectiva paleta un ecologismo crítico, como el que pide y articula en Ecofeminismo. Para otro mundo posible Alicia Puleo. Lejos de los naturalismos dogmáticos de la Deep Ecology y de sus hipóstasis y el biocentrismo, por razones al menos tan legítimas como las de los que sustentan estas posiciones, nos alineamos aquí con lo que podemos considerar –no podemos argumentarlo ahora- un ecologismo crítico. Crítico remite a Ilustración, y es significativo en este sentido que Puleo sitúe el ecofeminismo, junto con el feminismo, como “la otra Ilustración olvidada”. Han tenido que descubrir y recuperar las investigadoras feministas figuras como Poullain de la Barre, Mary Wollstonecraft, Olympe de Gouges –por limitarnos a algunas de las más señeras y que entendieron que Las Luces, como lo afirma Cristina Molina, tenían vocación universalizadora y a todos-todas debían iluminar. Pero Puleo descubre que no es esta la única franja amnésica de la Ilustración: en la misma época “nació una nueva sensibilidad con respecto a la naturaleza”. Hay que recordar que, especialmente en el círculo de los radicales ingleses en que tuvo lugar la recepción de la Revolución Francesa, se desarrolló una especial sensibilidad para con los animales, y que las mujeres destacaron especialmente en este sentido: rechazaron la teoría cartesiana del animal-máquina así como las prácticas crueles que con ella se relacionaban. Tenemos así otro registro crítico de la Ilustración, con sus afinidades electivas con el feminismo y su común destino a ser arrojado al río Ameles de La República de Platón.
Entre la militancia ecologista predominan las féminas sobre los varones. Y no es de extrañar. Por ejemplo, las mujeres son sujetos más vulnerables que los varones a la contaminación. Una muestra: los derivados del petróleo usados en la agricultura tienen una composición química similar a la de los estrógenos, vinculados al aumento de la incidencia del cáncer de mama. La tala de bosques por parte de las multinacionales las obliga a buscar la leña a gran distancia de sus casas, cuando antes disponían de ella a mano. La calidad de vida de las mujeres se ha deteriorado, y tan sólo este hecho justificaría ya la existencia del ecofeminismo. En el contexto de la crisis del neoliberalismo financiero hay que unir todos los frentes.
Ecofeminismo. Para otro mundo posible. Alicia Puleo. Ediciones Cátedra / Universidad de Valencia / Instituto de la Mujer. Madrid, 2011.
Artículo publicado en Babelia, suplemento cultural de EL PAÍS el 31 de marzo de 2012.
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CELIA AMORÓS (Valencia, 1944) es Catedrática en el Departamento de Filosofía y Filosofía Moral y Política de la UNED. Premio Nacional de Ensayo en 2006 por La gran diferencia y sus pequeñas consecuencias... para las luchas de las mujeres (Cátedra), es autora de títulos como Hacia una crítica de la razón patriarcal (1985), Feminismo y filosofía (2000) y Vetas de ilustración: Reflexiones sobre feminismo e islam (2009).

Sahira Amin: «Hay más censura y represión informativa en Egipto que antes de la revolución»

FRANCISCO CARRIÓN
La mirada de Shahira Amin brilla de un modo especial cuando se la felicita por el premio internacional de periodismo Julio Anguita Parrado. La reportera -curtida en la televisión estatal egipcia- se interesa por Julio, el periodista que murió el 7 de abril de 2003 mientras narraba para EL MUNDO la invasión de Irak. La próxima semana, nueve años después de que un misil iraquí segara la vida de Julio en Bagdad, Shahira recibirá en su Córdoba natal el galardón por «su labor de denuncia y su incansable peregrinar por ciudades del mundo» como cronista de la revolución que en febrero de 2011 se liberó del yugo de Mubarak. Shahira -la única periodista que desertó del canal estatal en los días de las revueltas- repasa el año que vivió peligrosamente: su trascendental denuncia de las pruebas de virginidad practicadas por el ejército, su controvertida entrevista al soldado israelí Guilad Shalit y las amenazas de los uniformados que administran el tortuoso camino hacia la democracia.
Pregunta.- Tras dos décadas en la televisión estatal egipcia, debe conocer bien los entresijos del aparato de propaganda...
Respuesta.- La cadena pública emplea a 45.000 personas. Muchos de los trabajadores no son periodistas cualificados y llegaron al ente gracias a sus contactos con el poder. El régimen de Mubarak quería mostrar al mundo algo parecido a una democracia. Recuerdo que pasé en Londres los primeros cinco días de revueltas y al regresar me encontré con una televisión estatal catastrófica. Daba la sensación de que Tahrir, a tres minutos de la emisora, estaba en calma. Sólo se emitían planos tan cerrados de la plaza que era imposible saber cuánta gente había e imágenes sin sonido para evitar los eslóganes.
P.- Un año después, con el país bajo la tutela militar, la pantalla parece haber protagonizado un tímido cambio de lealtades….
R.- Sigue siendo un arma de propaganda en mano de las autoridades. Simplemente se ha reemplazado la línea roja de Hosni Mubarak por la de la Junta Militar. La situación es incluso peor que en vísperas de la revolución. Entonces me permitían hacer el programa en directo y mi jefe recibía un informe semanal sobre la última emisión. Ahora el espacio es revisado antes de su difusión para verificar que no se menciona a los militares. La Junta está liderando una transición política desastrosa. Había ciertas esperanzas en que el Ministerio de Información fuera eliminado, pero hoy la situación es aún más dramática porque es un general quien lo dirige. Es otra prueba de la derrota de la revolución. Un militar controlando los medios públicos sólo puede significar más propaganda. Los periodistas son asaltados, intimidados e investigados en los tribunales militares. Yo misma he recibido amenazas. Hace unos meses el director editorial de un periódico estatal me recomendó amablemente: «Céntrate en tu familia o lo perderás todo».
P.- La censura castrense no ha evitado, sin embargo, la primavera de los medios independientes….
R.- Eso ha sido maravilloso. Han nacido periódicos y canales de televisión ligados a miembros de la oposición tradicional que no habían tenido hasta ahora voz. Algo empieza a moverse, aunque pesan los años de censura y el miedo a la represión. Yo crecí fuera de Egipto y digo lo que pienso pero mis compañeros no. Aún me consideran una traidora por mi dimisión de la televisión pública.
P.- A pesar de estos ataques, logró arrancar a un general la confidencia de que el ejército había sometido a pruebas de virginidad a una decena de mujeres. …
R.- Los hechos ocurrieron el 9 de marzo de 2011 y las víctimas lo denunciaron. Pocos creyeron su testimonio. Volví al tema a raíz de una entrevista con investigadores de Amnistía Internacional. A su juicio, las violaciones de los derechos humanos habían aumentado durante la transición y necesitaba ejemplos. Entonces me hablaron de las pruebas de virginidad y decidí llamar a un general que presidía el Departamento de Asuntos Morales de las Fuerzas Armadas. Creí que lo negaría todo pero me soltó: «[las mujeres detenidas] no son como tu hija o la mía». Luego me aseguró que acamparon con los hombres en Tahrir y que en sus tiendas se hallaron cócteles molotov y bango [un tipo de marihuana local]. Y terminó justificando la prueba de virginidad como método para evitar que las detenidas acusaran a los soldados de violación.
P.- Aquel testimonio rompió la espiral de silencio. ¿Por qué confió en usted aquel militar?
R.- Yo creo que asumió sin más que hablaba con una presentadora de la televisión pública. Sabía que, tal y como sucedió luego, la cadena sería incapaz de difundirlo. Entonces opté por divulgarlo en la CNN.
P.- Y llegó a testificar en el juicio que una de las víctimas, Samira Ibrahim, emprendió contra la autoridad militar….
R.- Así es. Es importante no dejarse intimidar. Hay gente que está arriesgando su vida por nuestra libertad y dignidad. Me costó mucho tomar una decisión y asistir como testigo al proceso de Samira, pero acepté porque era mi obligación. Los medios locales estaban manipulando el caso y escribiendo historias terribles contra ella. Debía defender la reputación de una joven soltera que tuvo el coraje de hablar sobre honor y castidad en un país tan conservador. Eso sí que es valentía. Al comenzar a declarar, el juez militar me preguntó por la compañía en la que trabajaba y al decirle que en la cadena pública se quedó perplejo. Repitió hasta en tres ocasiones la misma pregunta: «¿En nuestra televisión?». «Sí, en tu televisión», le confirmé [risas].
P.- Su nombre volvió a la primera plana en octubre con la entrevista al soldado israelí Guilad Shalit minutos después de su liberación. ¿Cómo se fraguó aquella exclusiva?
R.- Envié con pocas esperanzas una solicitud de entrevista al Ministerio y unos días antes de la entrega me avisaron. Me trasladé al paso fronterizo de Rafah y esperé en una habitación hasta que a las nueve de la mañana miembros de las Brigadas de Ezzeldin Al Qassam [brazo armado de Hamas] llevaron hasta allí a Shalit, que fue atendido primero por médicos de la Cruz Roja. Nadie le forzó a hablar como se denunció. Sólo le comenté que el mundo quería saber cómo se encontraba y le pregunté si estaba dispuesto a ofrecer una entrevista que no duró más de seis minutos.
P.- Pero algunas preguntas sobre su cautiverio o el sufrimiento de los palestinos le valieron una crítica feroz en el país vecino, donde se cuestionó su ética periodística….
R.- Formulé las preguntas que haría cualquier periodista. Me parecía muy importante que el canje se hubiera logrado justo en aquel momento. Durante cinco años Mubarak prometió liberar a Shalit pero fracasó y la Junta Militar cerró en ocho meses un buen acuerdo que incluía la puesta en libertad de más de 1.000 presos palestinos. Otra de las cuestiones que molestaron en Israel fue comparar a sus soldados con los presos palestinos. No todos los palestinos que están en sus cárceles tienen las manos manchadas de sangre. Algunos pasan años entre rejas simplemente por arrojar piedras o encontrarse en el lugar donde se llevan a cabo arrestos masivos. No fue una situación cómoda. En Egipto me acusaron de convertir a Shalit en un héroe y en Israel me atacaban por ser inhumana y brutal.
P.- ¿Valió la pena aquella entrevista?
R.- Era una oportunidad que no podía rechazar. Sentí que era importante para la credibilidad herida de la televisión pública y fundamental para suavizar el sentimiento antiisraelí. Un mes antes la embajada en El Cairo había sido atacada y se escuchaban voces favorables a romper el tratado de paz. Las palabras de Shalit podían ayudar a darnos cuenta de que todos pagamos el precio de este conflicto. Y realmente Shalit envió un mensaje de paz. Los periodistas debemos reducir las brechas de incomprensión y desconfianza.
P.- La revolución egipcia ha desembocado en un Parlamento y una comisión constituyente dominados por fuerzas islamistas….
R.- Hemos vivido 60 años de represión. No todo será perfecto de la noche a la mañana. Llevará muchos años pero la determinación está ahí y confío en una nueva generación que ha roto las barreras y es políticamente más activa. Quedan luchas pendientes.
P.- Ser mujer tampoco resulta fácil….
R.- Estamos en una sociedad patriarcal, pero hemos logrado grandes avances como la prohibición de la mutilación genital o una cuota en el Parlamento que ha sido recientemente eliminada. Hay intentos de mantenernos en la sombra, pero no hay vuelta atrás en nuestra participación política.
P.- El avance del ideario ultraconservador de los salafistas no augura un futuro cómodo para las egipcias….
R.- Hemos sido invadidos por el islam rigorista que propugna el wahabismo. Muchos egipcios emigraron a Arabia Saudí en la década de 1970 y regresaron con sus ideas. Por eso se extendió primero el uso del hiyab (pañuelo islámico) y ahora el niqab (la prenda que cubre todo el rostro salvo los ojos). No es nuestra vestimenta tradicional. Mubarak permitió este avance durante sus tres décadas en el poder. En la televisión por satélite se han infiltrado decenas de canales patrocinados por los saudíes. Incluso se han popularizado las muñecas con velo o los trajes de baño recatados. El dinero del petróleo del Golfo Pérsico se ha usado para saudizar Egipto. Nuestro país ha sido secuestrado por Arabia Saudí y ahora tenemos que luchar para liberarnos.
P.- ¿Es un riesgo para la democracia el conservadurismo de los Hermanos Musulmanes y su brazo político Libertad y Justicia?
R.- La Hermandad ha cambiado y ha adoptado un discurso más moderado. Inmediatamente después de la revolución, sus líderes rechazaban que un cristiano copto o una mujer pudieran aspirar a la presidencia del país. Ahora esos mismos dirigentes se comprometen a aceptar aquello que quieran y voten los egipcios. Desean mantener el apoyo popular y su presencia puede moderar el discurso de los salafistas, que nunca creyeron en la política. Hay señales esperanzadoras en la aspiración de los Hermanos Musulmanes de imitar a Turquía. Sólo hay que mirar a las dirigentes de los Hermanos: todas son abogadas, doctoras o profesoras que se dedican a labores de caridad y que también hacen política.
P.- Las urnas, en cambio, han situado a los liberales como un actor residual.…
R.- Lo que necesitamos es que las fuerzas liberales realmente se unan, trabajen duro sobre el terreno y divulguen su mensaje. Es el único modo de salvar el país.
P.- Egipto elegirá al sucesor de Mubarak el 23 y 24 de mayo. ¿Habrá juego limpio?
R.- Mi temor es que los militares traten de colocar a algunos de los suyos como Ahmed Shafiq (comandante retirado del Ejército del Aire y ex primer ministro) y Omar Suleiman (ex jefe de la Inteligencia y vicepresidente). Han intentado enfrentar al pueblo con los revolucionarios y convencerles de que el país necesita ser administrado con mano de hierro. Por eso seguimos sufriendo el vacío de seguridad y se ha explotado el miedo al desastre económico. Ahora, además, han comenzado a atacar a los islamistas.
P.- Pero los dos protagonistas de la transición, militares y Hermanos Musulmanes, están condenados a entenderse….
R.- Se habló de un acuerdo bajo la mesa que establecía repartirse el poder: un Parlamento islamista y una presidencia en manos del Ejército. Como saben que el pueblo no aceptará un candidato militar, están maniobrando para respaldar a un títere que respete su presupuesto y el 40% que controlan en la economía local.

La egipcia Shahira Amin gana el Premio Julio Anguita Parrado

Toñi Caravaca | Córdoba
Actualizado lunes 27/02/2012 14:29 horas
El Sindicato de Periodistas de Andalucía (SPA) ha concedido el VI Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado a la periodista egipcia Sharina Amin por su "labor de denuncia y su incansable peregrinar por ciudades del mundo llevando la realidad de los acontecimientos de su país y la necesidad de reflejar la verdad de los millones de ciudadanos que llevan ya más de un año en la calle exigiendo dignidad, libertad y justicia".
Amin en la actualidad trabaja como 'freelance' después de renunciar, en enero de 2011, a su puesto como jefa adjunta de la televisión estatal egipcia Nile TV por la cobertura que de la revolución del pueblo egipció hizo esta cadena estatal. Abandonó su puesto para sumarse al movimiento de los activistas que se encontraban en la Plaza Tahrir.
La galadonada sufre hoy día, ha explicado el SPA, la agresión del seguimiento continuo de las fuerzas de su país pero, pese a ello, no merma "en absoluto su coraje a seguir manifestando la verdad de los graves acontecimientos que se siguen sucediendo en Egipto".
El SPA entiende que Shahira Amin es un "referente del periodismo al que debe aspirar toda sociedad que se precie así como un ejemplo de los hombres y mujeres que en Egipto y en muchos países del área árabe vienen batallando día a día por contar a la gente lo que pasa en su ciudad y su pueblo".
La organización sindical asegura que Amin es una de las periodistas comprometidas con la "defensa de las libertades y denuncia de las corrupciones". Su compromiso con la defensa de los derechos humanos no empieza el 25 de enero en la plaza Tahir, pues desarrolla su trabajo en el "corsé de hierro de la censura a la que están sometidos todos en su país".
El objetivo del galardón es "reconocer una trayectoria profesional brillante, comprometida con la defensa de los derechos humanos de periodistas de cualquier nacionalidad o bien de organizaciones o entidades periodísticas que hayan realizado trabajos en zonas de conflicto bélico o de especial violencia social".
Entre los miembros del jurado se han encontrado este año la periodista de 'La Razón', Esther López Palomera, el columnista de 'Público', Ignacio Escolar, y el expresidente de la agencia Efe, Alfonso S. Palomares.

Menor cuantía

El VI Premio Internacional de Periodismo Julio Anguita Parrado está dotado este año con 2.500 euros, la cuantía más baja de su historia, como consecuencia de que las instituciones que participan, la Universidad y el Ayuntamiento de Córdoba, no han podido aportar más dinero por las dificultades económicas.
El acto de entrega del galardón tendrá lugar, como viene siendo habitual, el 7 de abril, coincidiendo con el noveno aniversario de la muerte del periodista cordobés mientras cubría la guerra de Irak para el diario EL MUNDO como enviado especial.
En ediciones anteriores el premio ha sido concedido a la periodista iraquí Eman Ahmad, al colombiano Eduardo Márquez, a la congoleña Caddy Adzub, a la española Mónica Bernabé, corresponsal de EL MUNDO en Kabul, y al fotoperiodista cordobés Gervasio Sánchez.

jueves, 29 de marzo de 2012

La cama de Pandora

http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/lacamadepandora/


'Mi kit de supervivencia'

29MAR 2012 08:57
Yo siempre he sido lo que mi madre llama una "chica precavida". Lo que a la larga se convierte en sinónimo de "mujer con bolso extra grande y dolor de espalda" o, en mi caso, "conductora con coche lleno de cachivaches". Ya estoy acostumbrada, pero puedo entender que a un observador nuevo le parezca digno casi de comentario, fotografía y tuiteo (tuve que incautarle el smartphone inmediatamente) el aspecto del habitáculo posterior de mi Mini.
Cierto es que el hombre debía de tener prácticamente toda su sangre acumulada en ESO gigante que intentaba colocarme entre las piernas mientras yo abría el maletero, pero la visión del minúsculo espacio perfectamente ordenado y pertrechado como si fuera un armario le dejó ojiplático.
-"Pero, Pandora... ¿Es que vives en el coche?", me preguntó.
-"¡Qué dices! Esto es mi kit de supervivencia", contesté resuelta mientras metía en una bolsa de papel unas bragas limpias, un sujetador a juego, calcetines, una camiseta perfectamente planchada, unos botines, un vaquero, un jersey, la plancha para el pelo y un neceser con (como su nombre indica) todo lo necesario para pasar la noche en casa ajena: desmaquillante de ojos, de rostro, tónico, crema hidratante, algodón, cepillo de dientes, maquillaje, eye liner, sombras, colorete, rímel, perfume, tapones para los oídos (por si ronca) y, por supuesto, lubricante, un par de vibradores y condones).
Sí, qué pasa... como nunca sé dónde voy a acabar pasando la noche, cada vez que tengo una cita, dejo doble ración de comida y agua para Prometeo (mi gato) y echo en el coche todo lo que puedo necesitar.
Hace tiempo que se me pasó la edad de dormir sin desmaquillarme y de ponerme las mismas bragas del día anterior, aún húmedas de flujo, que siempre aparecen envueltas en pelusas bajo su cama de soltero (eso si mis bragas sobreviven a la refriega, que no sería la primera vez que alguno, haciendo la broma de "te las quito con los dientes", se le engancha el encaje en los colmillos y tenemos una desgracia).
Durante una temporada practiqué la huída a medianoche, pero conducir bajo los efectos del alcohol y/o el sueño, no es ya que sea un delito; es que es una soberana estupidez. Además, levantarte fríamente después de un polvo, vestirte mientras te mira (¿os habéis dado cuenta de que todos nos desnudamos mutuamente en el frenesí del momento, pero después nadie ayuda al otro a vestirse?), coger un taxi e irte a tu casa, sólo me ha parecido una opción cuando el tipo es un perfecto desconocido y no tienes necesidad ni ganas de verle (ni de que te vea) a la mañana siguiente con todo el pelo revuelto y la boca pastosa.
Pero con un follamigo... no hombre, eso no. Vale que no tengas un hueco en su cajón ni un cepillo de dientes en su casa, pero cuando hay confianza, qué menos que ponerse cómoda esa noche y, después del enésimo asalto, quedarse a dormir (estos terremotos de lujuria siempre tienen réplica a la mañana siguiente... no os olvidéis).
Un kit de supervivencia es algo que acabas necesitando cuando te has intentado quitar decenas de veces el rímel waterproff con agua del grifo y papel higiénico y al final sólo te atreves a salir del baño cuando la luz está ya apagada...
Ilustración: Luci Gutiérrez
Yo estoy muy orgullosa de mis kit de supervivencia; deberían estar en los museos del sexo, y es algo que he conseguido que imiten todas mis amigas. Eso sí, el kit de supervivencia tiene que ser como el material del quirófano: todo lo que sale tiene que volver a entrar. Braga por braga, sujetador por sujetador y todo el resto de utensilios (salvo los preservativos usados, por supuesto). Si sacaste dos vibradores, un cepillo de dientes y todo tu arsenal de maquillaje, asegúrate de que lo has vuelto a recoger, porque si se los encuentra el tipo al día siguiente (o cuando quiera que haga la cama) pensará que estás intentando mudarte a su casa.
Yo uso bolsas de papel de Zara o Mango para el kit, pero también he usado bolsas de Carrefour, de deporte, mochilas e incluso pequeñas maletas con ruedas. Pero, lo más importante que tienes que recordar es que, por muy grande que sea y mucho sitio que te sobre, tu bolso NO es el sitio donde debes hacer el kit.
No sólo porque te puedes olvidar dentro una braga usada, como ya me pasó hace años y descubrí días después cuando salió disparada al ir a pagar en el supermercado... Si no porque, como me ocurrió hace meses, te puedes olvidar algo peor: tu bote de lubricante.
Mira que lo envasan ya en sobrecitos individuales (como Desliz, de Amantis), pero yo me eché al bolso un bote pequeño de Liquid Silk, un maravilloso lubricante al agua, de color blanco y tacto sedoso con tapón de click y me olvidé de él por completo.
Ni lo usé aquella noche ni ninguna de las siguientes (lo de llevar lubricantes es por si acaso, porque mi lubricación natural es de superdotada) y en el bolso se quedó dando vueltas y más vueltas... y en una de esas debió de abrirse el tapón. Hasta que un día quiso mi (¿nefasta?) suerte que viniese al periódico un alto cargo político a ser entrevistado y, muy fiel seguidor de mis aventuras, insistiese mucho en conocerme.
Ante su empeño, Fernando, mi jefe, le condujo hasta donde suelo sentarme cuando paso por la redacción para comprobar personalmente si yo estaba, y me encontraron tanteando en el bolso en busca de una grabadora para transcribir una entrevista.
-"Pandora, mira, te he traído a un admirador", dijo. Al comprobar quién era, perdí la noción de lo que hacía y, con la mejor de mis sonrisas saqué la mano derecha del bolso y se la tendí, sin darme cuenta de que iba impregnada en una sustancia blanca y gelatinosa con la que le pringué toda su mano mientras mi jefe hacía aspavientos asesinos con los ojos fuera de las órbitas.
El tipo se miró la extremidad lubricada intentando controlar, supongo, el ademán de olfatear lo que era, mientras yo palidecía y balbuceaba algo así como:
-"Es... esto... es lo más parecido al flujo vaginal que venden en lubricante sintético. Es hipoalergénico... Y es buenísimo...". Pensé que el escolta, que había dado un paso adelante y contemplaba la escena mesándose la sobaquera, me iba a pegar un tiro, o que mi jefe saltaría por encima de él y me arrastraría por los pelos fuera de la redacción, pero el político levantó la cara, esbozó una sonrisa y, con toda su flema diplomática dijo:
-"La verdad es que no esperaba menos de usted".
(No os lo perdáis, esta temporada podéis encontrarme en Facebook y en Twitter)

martes, 27 de marzo de 2012

Strauss-Kahn, imputado por proxenetismo en el 'caso Carlton' de Lille

París26 MAR 2012 - 22:48 CET18
Tres jueces de Lille (norte de Francia) han decidido este lunes imputar a Dominique Strauss-Kahn por un presunto delito de “proxenetismo agravado en banda organizada” dentro del caso del hotel Carlton, según han anunciado sus abogados. El exdirector del Fondo Monetario Internacional, de 62 años, ha sido interrogado desde las dos y media de la tarde hasta cerca de las diez de la noche por los jueces, que adelantaron por sorpresa su declaración en 48 horas. El miércoles se inicia en un tribunal del Bronx, Nueva York, la causa civil abierta contra Strauss-Kahn en Estados Unidos a raíz de la denuncia por violación de la camarera guineana Nafissatou Diallo en el caso del hotel Sofitel.
Tras su imputación formal en Lille, los jueces le han impuesto una fianza de 100.000 euros y diversas medidas cautelares, entre ellas la prohibición de entrar en contacto con los otros inculpados, las partes civiles del proceso y los testigos, así como la de no hablar con ningún medio informativo sobre los hechos.
La investigación judicial intenta esclarecer si el expolítico socialista participó en diversas fiestas y orgías organizadas por los cabecillas de una supuesta red de prostitución. Los jueces tratan de averiguar si DSK, como se le llama en Francia, conocía la condición de prostitutas de las mujeres que frecuentaba, y si sabía o no que esas fiestas eran financiadas con fondos de dos empresas privadas.
Según ha afirmado Richard Malka, uno de sus abogados, DSK “ha declarado con toda firmeza que no es culpable de ningún delito y que nunca tuvo la menor consciencia de que las mujeres que frecuentó fueran prostitutas”.
El exdirector del FMI ya había sido interrogado bajo detención provisional hace un mes, y entonces declaró que ignoraba que las jóvenes fueran remuneradas por participar en las fiestas ya que le habían sido presentadas “por jefes de la policía”. Tras dormir en los calabozos de la gendarmería, DSK fue informado el 21 de febrero de que debería comparecer ante los jueces por los dos delitos de los que se le consideraba sospechoso: complicidad con proxenetismo agravado en banda organizada y encubrimiento de abuso de bienes sociales, infracciones que pueden ser penadas con hasta veinte años de reclusión.
Hasta ahora, la justicia había acusado formalmente en el caso Carlton a ocho personas: el exjefe de policía del norte de Francia, tres directivos del hotel Carlton, dos empresarios de la región de Pas-de-Calais, un abogado y el supuesto cabecilla, Dominique Alderweireld, apodado Dodo La Salmuera, que es dueño de una cadena de burdeles en Bélgica.
Los empresarios que pagaban los gastos han declarado a los jueces que DSK ignoraba que las chicas fueran prostitutas, pero según fuentes judiciales, un SMS en el que el expolítico recomendaba a un amigo los servicios de una de ellas parece indicar que lo sabía.
El caso estalló en octubre de 2011 con la detención de Alderweireld. La justicia sospecha que este organizaba el desplazamiento de prostitutas desde Bélgica para asistir a fiestas privadas en el lujoso hotel Carlton de Lille, entre cuyos clientes se encontraba el exministro.
Los jueces descubrieron que la red también organizó viajes a París y Washington, y que los imputados estuvieron en la capital de EE UU entre el 11 y el 13 de mayo del año pasado, es decir, la víspera del arresto de DSK en Nueva York tras ser acusado de violación por la camarera guineana del Sofitel. El exdirector del FMI logró evitar entonces la causa penal porque los fiscales consideraron que el testimonio de Nafisattou Diallo carecía de fiabilidad y presentaba contradicciones que no se habrían podido sostener ante un jurado.
Irónicamente, la imputación formal de DSK en su país se produce un mes antes de que se celebre la primera vuelta de las elecciones presidenciales que un día soñó con ganar, ya que, hasta su caída en desgracia el año pasado, Strauss-Kahn era el candidato favorito de los franceses para suceder a Nicolas Sarkozy en las encuestas. Hoy, el presidente saliente encabeza los sondeos seguido muy de cerca por François Hollande, el aspirante del Partido Socialista, que sigue apareciendo como ganador de la segunda vuelta.

Strauss-Kahn, imputado por proxenetismo

Raquel Villaécija | París
Actualizado lunes 26/03/2012 22:22 horas
Poco le ha durado la tregua judicial a Dominique Strauss-Kahn, que responde esta semana ante la justicia por dos procesos: el civil en Estados Unidos por el 'caso Sofitel' y otro penal en Francia por el 'caso Carlton'. El francés se encontraba este lunes en Lille, prestando declaración ante los tres jueces de instrucción que investigan la red de proxenetismo en el Hotel Carlton de Lille y en la que los magistrados lo han imputado, acusado de proxenetismo en banda organizada. El ex director gerente del FMI, ha quedado en libertad bajo control judicial a cambio de una fianza de 100.000 euros.
El también ex ministro de Economía galo ha sido interrogado durante casi ocho horas en un juzgado de la ciudad de Lille (noroeste) por tres jueces instructores del llamado 'caso Carlton'.
Los jueces investigan si Strauss-Kahn participó en orgías organizadas en París y en Washington consciente de que las mujeres eran prostitutas, y si en estas citas sexuales se las remuneraba.
Durante la vista judicial celebrada el pasado mes de febrero, DSK declaró no conocer que las participantes en estas reuniones libertinas eran prostitutas, mientras que las mujeres interrogadas han asegurado que el político francés sí lo sabía.
El diario 'Le Figaro', que cita fuentes de la fiscalía, apunta que los magistrados evocan en la imputación de Strauss-Kahn una "ayuda y asistencia" para proteger la prostitución.
Mientras el ex mandatario del Fondo Monetario Internacional abandonaba el Palacio de Justicia en un automóvil con los vidrios tintados, su tres abogados se dirigieron a la prensa para leer una declaración en la que DSK declaraba "con la mayor firmeza no ser culpable de ninguno de los hechos" que se le imputan.
"Strauss Kahn declara no haber tenido jamás la mínima consciencia de que pudiesen ser prostitutas las mujeres encontradas", leyó uno de sus abogados, Richard Malka.
Además del 'caso Carlton', este miércoles Strauss-Kahn tendrá que rendir cuentas ante el juez Douglas McKeon en Nueva York, dentro del proceso civil iniciado por Nafisatou Diallo por supuesta agresión sexual. Se trata de la primera audiencia desde que la camarera del hotel Sofitel le denunció el pasado mes de agosto. Aunque ni DSK ni Diallo están obligados a comparecer ante el juez, que escuchará a los abogados de ambas partes antes de pronunciarse.

42 » Comentarios¿Quieres comentar? Entra o regístrate

  1. Freedomman27.mar.2012 | 08:25

    #41

    @Laowai usted no se entera. el problema es que este señor mientras hacia esas cosas tan "eticas" era el director del FONDO MONETARIO INTERNACIONAL. Gente asi no puede tener ese cargo tan importante.
  2. Manu6527.mar.2012 | 09:24

    #42

    No seamos hipócritas. En este país sin ir mas lejos: reyes y curas han sido de los mas puteros y algunos continúan siéndolo. Este señor esta bajo una ofensiva internacional comandada desde Francia y EEUU, para apartarlo de la zona sensible de los organos de gobierno económicos del mundo y de Francia. Si tu pagas tus servicios sexuales, no haces nada ilegal. Reyes y curas nunca pagaron.

miércoles, 21 de marzo de 2012

El debate sobre el lenguaje y el sexismo en El País en este mes de marzo

La RAE ha decidido llamar la atención a las guías de lenguaje no sexista publicadas en los últimos años por diversas instituciones

En este artículo, escrito por Ignacio Bosque y suscrito por 26 académicos de número, se sostiene que, si bien existen usos verbales sexistas, las recomendaciones de dichas guías difunden usos ajenos a las prácticas de los hablantes

También conculcan normas gramaticales, anulan distinciones necesarias y obvian la realidad de que no hay discriminación en la falta de correspondencia entre género y sexo

Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer

http://cultura.elpais.com/cultura/2012/03/02/actualidad/1330717685_771121.html

Ignacio Bosque


El País. 4 de marzo de  2012

1. En los últimos años se han publicado en España numerosas guías de lenguaje no sexista. Han sido editadas por universidades, comunidades autónomas, sindicatos, ayuntamientos y otras instituciones. Las que identifico con siglas o abreviaturas en la relación que aparece al final constituyen tan solo una muestra de ese extenso catálogo. Antepondré un guion a la página citada: MUR-8, UPM-10, UGT-14, etc.
2. La mayor parte de estas guías han sido escritas sin la participación de los lingüistas. Constituye una importante excepción MAL, que contiene abundante bibliografía. Esta es la guía más completa de las nueve, y también la menos radical en sus propuestas. Cabe pensar que los responsables o los impulsores de las demás guías entienden que no corresponde a los lingüistas determinar si los usos verbales de los hispanohablantes son o no sexistas. Aunque se analizan en ellas no pocos aspectos del léxico, la morfología o la sintaxis, sus autores parecen entender que las decisiones sobre todas estas cuestiones deben tomarse sin la intervención de los profesionales del lenguaje, de forma que el criterio para decidir si existe o no sexismo lingüístico será la conciencia social de las mujeres o, simplemente, de los ciudadanos contrarios a la discriminación. Ha trascendido a la prensa recientemente el malestar de los profesores de Lengua Española de la Universidad de Murcia ante la guía de lenguaje no sexista que esta institución elaboró (MUR, en la lista final) sin contar con su participación o recabar siquiera su parecer.
Se ha señalado en varias ocasiones que los textos a los que me refiero contienen recomendaciones que contravienen no solo normas de la Real Academia Española y la Asociación de Academias, sino también de varias gramáticas normativas, así como de numerosas guías de estilo elaboradas en los últimos años por muy diversos medios de comunicación. En ciertos casos, las propuestas de las guías de lenguaje no sexista conculcan aspectos gramaticales o léxicos firmemente asentados en nuestro sistema lingüístico, o bien anulan distinciones y matices que deberían explicar en sus clases de Lengua los profesores de Enseñanza Media, lo que introduce en cierta manera un conflicto de competencias.
No hay, desde luego, ilegalidad alguna en las recomendaciones sobre el uso del lenguaje que se introducen en esas guías, pero es fácil adivinar cuál sería la reacción de las universidades, las comunidades autónomas, los ayuntamientos o los sindicatos si alguna institución dirigiera a los ciudadanos otras guías de actuación social sobre cuestiones que competen directamente a esos organismos, y, más aún, que lo hiciera sin consultar con ellos y sin tener en cuenta sus puntos de vista, cuando no despreciando abiertamente sus criterios.
3. Las nueve guías que menciono poseen numerosos puntos en común. También existen algunas diferencias entre ellas, relativas sobre todo al grado de detalle con el que explican los fenómenos gramaticales o léxicos. De las nueve guías que menciono, MAL es la única que acepta el uso no marcado (más comúnmente llamado genérico) del masculino, como en El trabajador debe exigir sus derechos (MAL-29) o en El alumno deberá asistir puntualmente a clase (MAL-32), donde admite que “el masculino es extensivo a las mujeres”. Esta guía se limita a censurar “el uso abusivo del masculino genérico” (MAL-47), mientras que las demás no aceptan su empleo y recomiendan evitarlo en todos los casos.
Entre los aspectos que comparten las guías de lenguaje no sexista destaca sobre todo una argumentación implícita que me parece demasiado obvia para ser inconsciente. Consiste en extraer una conclusión incorrecta de varias premisas verdaderas, y dar a entender a continuación que quien niegue la conclusión estará negando también las premisas.
La primera premisa verdadera es el hecho cierto de que existe la discriminación hacia la mujer en nuestra sociedad. Son alarmantes, en efecto, las cifras anuales de violencia doméstica, y se siguen registrando situaciones de acoso sexual no siempre atendidas debidamente por las autoridades competentes. Existen todavía diferencias salariales entre hombres y mujeres. Se atestiguan también diferencias en el trato personal en el trabajo, que a veces se extienden al grado de capacitación profesional exigible en la práctica, así como a las condiciones requeridas para acceder a puestos de responsabilidad. Además de en el mundo laboral, existe desigualdad entre hombres y mujeres en la distribución de las tareas domésticas. Es también real el sexismo en la publicidad, en la que la mujer es considerada a menudo un objeto sexual. Son igualmente verdaderas las actitudes paternalistas que algunos hombres muestran hacia las mujeres, sea dentro o fuera del trabajo, y son asimismo objetivos otros muchos signos sociales de desigualdad o de discriminación que las mujeres han denunciado repetidamente en los últimos años.
La segunda premisa, igualmente correcta, es la existencia de comportamientos verbales sexistas. El lenguaje puede usarse, en efecto, con múltiples propósitos. Puede emplearse para describir, ordenar, preguntar, ensalzar o insultar, entre otras muchas acciones, y, desde luego, también puede usarse para discriminar a personas o a grupos sociales. Este hecho ha sido destacado por los lingüistas en numerosas ocasiones, incluso aplicándolo al caso específico de las mujeres, como explicaré en este mismo texto.
La tercera premisa verdadera es el hecho de que numerosas instituciones autonómicas, nacionales e internacionales han abogado por el uso de un lenguaje no sexista. En casi todas las guías que menciono se alude, en efecto, a la abundante legislación que propugna abolirlo.
Algunas revistas científicas internacionales piden actualmente a los investigadores que no usen únicamente la inicial del nombre de pila en las citas bibliográficas de sus trabajos, ya que se ha constatado cierta tendencia a considerar, por defecto, que el autor de la obra citada en tales casos es un varón, en lugar de una mujer. Existen otras muchas medidas sociales surgidas en los últimos años, igualmente destinadas a evitar situaciones de discriminación hacia las mujeres.
La cuarta premisa, casi un corolario de las anteriores, es igualmente correcta. Es necesario extender la igualdad social de hombres y mujeres, y lograr que la presencia de la mujer en la sociedad sea más visible. Hago notar que las palabras visible, visibilidad, invisibilidad, visibilizar o visibilización están presentes en las nueve guías que he mencionado.
De estas premisas correctas, en cierta forma subsumidas en la última, se deduce una y otra vez en estas guías una conclusión injustificada que muchos hispanohablantes (lingüistas y no lingüistas, españoles y extranjeros, mujeres y hombres) consideramos insostenible. Consiste en suponer que el léxico, la morfología y la sintaxis de nuestra lengua han de hacer explícita sistemáticamente la relación entre género y sexo, de forma que serán automáticamente sexistas las manifestaciones verbales que no sigan tal directriz, ya que no garantizarían “la visibilidad de la mujer”. En este punto coinciden todas las guías, aun cuando se diferencian en el énfasis que ponen en la conclusión alcanzada. Si no se acepta el razonamiento, se estará impidiendo al lenguaje “que evolucione de acuerdo con la sociedad” (GRAN-1), de forma que mantendremos una serie de “hábitos que [lo] masculinizan […], lo que expulsa a las mujeres del universo simbólico” (CCOO-6). Caeremos, en suma, en el “pensamiento androcéntrico, ya que la utilización de esta forma de lenguaje nos hace interpretar lo masculino como lo universal” (UPM-10).
4. Como la primera premisa no afecta a cuestiones lingüísticas, no me detendré en ella. Apuntaré tan solo que, si bien no está en discusión que sigue existiendo en nuestra sociedad discriminación hacia la mujer, sí existe discrepancia entre las mujeres acerca de cuáles son exactamente las medidas que la evitarían. A manera de ilustración, indicaré tan solo que conozco mujeres (algunas, sumamente prestigiosas) que consideran ofensivo el establecimiento de cuotas que regulen su acceso a puestos de responsabilidad, sea en el número de ministras o de directoras generales que deben formar parte del Gobierno, el de catedráticas que deben enseñar en una determinada universidad, el de miembros femeninos de un comité o de un jurado o el de cirujanas de un hospital. No deseo entrar a valorar esta cuestión polémica ni, en general, la pertinencia de los llamados “criterios de paridad”. Si menciono estos ejemplos, relativos a la existencia de discrepancias entre las mujeres acerca de lo que es o no es socialmente discriminatorio, es porque en las guías que examino no se muestran discrepancias en relación a lo que es o no es verbalmente sexista (de nuevo, con la posible excepción de MAL). No solo no se percibe ninguna duda en sus redactores a la hora de discriminar los usos verbales sexistas de los no sexistas, sino que se confunde, no sé si ingenua o deliberadamente, el verdadero sexismo verbal, que he identificado en la segunda de mis cuatro premisas correctas, con la alarma infundada ante voces y construcciones sintácticas que mostrarían un uso supuestamente sexista del lenguaje.
Las muestras de tal confusión son abundantes. Hay, efectivamente, sexismo en el ejemplo Los directivos acudirán a la cena con sus mujeres (UGT-7), precisamente porque el masculino engloba en su designación a varones y mujeres, pero los autores de esa guía entienden que tan sexista es usar esta frase como emplear los trabajadores de la empresa (UGT-11) con la intención de aludir a trabajadores y trabajadoras. Tan sexista les parece el preguntar a una mujer si es señora o señorita (UGT-13) como escribir (UGT-10) Todos tenemos sentimientos, en lugar de Las personas tenemos sentimientos. En cuanto a MAL, considera, correctamente, que son sexistas frases como En el turismo accidentado viajaban dos noruegos con sus mujeres (MAL-72), pero recomienda a la vez escribir Los gerentes y las gerentas revisarán las solicitudes presentadas hasta la fecha (MAL-81), puesto que entiende que usar únicamente los gerentes podría ser discriminatorio con la mujer.
En general, el rechazo a toda expresión del masculino destinada a abarcar los dos sexos es marcadísimo en las guías. VAL considera sexista escribir los valencianos (VAL-15) y todos los ciudadanos (frente a toda la ciudadanía); UNED rechaza los becarios (UNED-6) y propone en su lugar las personas becarias; y AND considera discriminatorio escribir número de parados (AND-36), en lugar de número de personas sin trabajo.
En su ya antiguo libro ¿Es sexista la lengua española? (Barcelona, Paidós, 1994), Álvaro García Meseguer analizaba pormenorizadamente estas confusiones. Explicaba (pág. 58) por qué son claramente sexistas frases como Hasta los acontecimientos más importantes de nuestra vida, como elegir nuestra esposa o nuestra carrera, están determinados por influencias inconscientes, ya que introducen una marcada perspectiva androcéntrica en una afirmación general sobre los seres humanos. Justificaba asimismo por qué es sexista —acaso más llamativamente aún (pág. 60)— uno de los versos de la famosa canción Libertad sin ira, popularizada en España en los años de la Transición por el grupo Jarcha: Gente que solo busca su pan, su hembra, su fiesta en paz. Este autor añadió muchos más ejemplos de esta confusión en El español, una lengua no sexista (trabajo publicado en Internet), y otros lingüistas han insistido en ella. Explicaba García Meseguer que son sexistas, y por tanto discriminatorias, frases como Los ingleses prefieren el té al café, como prefieren las mujeres rubias a las morenas, pero también aclaraba que no lo es, en cambio, formar construcciones genéricas con artículos determinados o cuantificadores en masculino, como en Todos los que vivimos en una ciudad grande.
Aplicando el verbo visibilizar en el sentido que recibe en estas guías, es cierto que esta última frase “no visibiliza a la mujer”, pero también lo es que las mujeres no se sienten excluidas de ella. Hay acuerdo general entre los lingüistas en que el uso no marcado (o uso genérico)del masculino para designar los dos sexos está firmemente asentado en el sistema gramatical del español, como lo está en el de otras muchas lenguas románicas y no románicas, y también en que no hay razón para censurarlo. Tiene, pues, pleno sentido preguntarse qué autoridad (profesional, científica, social, política, administrativa) poseen las personas que tan escrupulosamente dictaminan la presencia de sexismo en tales expresiones, y con ello en quienes las emplean, aplicando quizá el criterio que José A. Martínez ha llamado despotismo ético en su excelente libro El lenguaje de género y el género lingüístico (Universidad de Oviedo, 2008). No debe olvidarse que los juicios sobre nuestro lenguaje se extienden a nosotros mismos.
5. Algunos de los responsables de las guías que comparo responderían a la pregunta que acabo de formular afirmando que la autoridad que se les reclama no es académica, ya que procede de su sensibilidad ante la discriminación de la mujer en el mundo moderno. El argumento es insostenible, puesto que califica arbitrariamente de sexista al grupo —absolutamente mayoritario— de mujeres y hombres con una sensibilidad diferente. Si “el uso del masculino con valor genérico implica un trato lingüístico discriminatorio” (CCOO-24), ¿cómo han de reaccionar las mujeres que no perciben en él tal discriminación? En efecto, ¿qué se supone que ha de pensar de sí misma una mujer que no se sienta excluida de la expresión Se hará saber a todos los estudiantes que… por mucho que la Generalitat Valenciana (VAL-28) le diga que la están discriminando? Las guías que analizo son poco flexibles en este punto. Pareciera que se quiere dar a entender que la mujer que no perciba irregularidad alguna en el rótulo Colegio Oficial de Psicólogos de Castellón, y que (a diferencia de VAL-37) no considere conveniente cambiarlo por Colegio Oficial de Psicólogos y Psicólogas de Castellón, debería pedir cita para ser atendida por los miembros de dicha institución.
He tenido la oportunidad de revisar recientemente una selección de textos de Soledad Puértolas, Maruja Torres, Ángeles Caso, Carmen Posadas, Rosa Montero, Almudena Grandes, Soledad Gallego-Díaz, Ángeles Mastretta, Carmen Iglesias y Margarita Salas, y puedo asegurar que ninguna de estas mujeres sigue las directrices contra el supuesto sexismo verbal que se propugnan en las guías que estoy comentando. Como sería absurdo cargar de citas este artículo, voy a mencionar un solo ejemplo, que me parece ilustrativo.
Margarita Salas pronunció la conferencia inaugural del curso 2005-2006 en la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Se titulaba Experiencias de una vida dedicada a la investigación científica. En este texto, accesible en Internet, Salas explica las dificultadas sociales que tuvo que vencer en sus primeros años de investigadora. Hace en él una encendida defensa de la igualdad profesional y laboral de hombres y mujeres, y en particular de la necesidad de que la mujer acceda a puestos de responsabilidad en el mundo de la universidad, la política, la empresa y la investigación con igualdad de deberes y derechos respecto de los hombres. Solo a los redactores de las guías que menciono les sorprenderá que se incluya a sí misma en la referencia del sustantivo masculino científicos (“Yo creo que los científicos tenemos la obligación de hacer una difusión de la ciencia asequible, pero rigurosa”); que no intente excluir a las mujeres cuando habla de “los 40 doctorandos que se han formado en mi laboratorio”; que no pretenda dejar fuera a las niñas cuando explica que “un aspecto muy importante para la participación de la mujer en el mundo profesional es que haya facilidades para el cuidado de los niños”, ni tampoco a sus amigas cuando, al final de su conferencia, agradece a sus amigos su apoyo y su amistad a lo largo de su vida.
Se me ocurre preguntar ahora a los responsables de las guías mencionadas qué quiere decir exactamente que este texto abunda en rasgos de sexismo lingüístico. La pregunta se podría aplicar igualmente a los textos de decenas, seguramente centenares, de escritoras, periodistas, científicas o artistas, entre otras muchas representantes de la cultura, el arte o la ciencia, firmemente comprometidas con la defensa de los derechos de la mujer, además, por supuesto, de a los innumerables textos de varones que compartan esos mismos principios e ideales, y que tampoco aplican las recomendaciones lingüísticas de las guías de lenguaje no sexista.
6. La RAE y la ASALE explican (Nueva gramática de la lengua española, Madrid, Espasa, 2009, § 2.2) que el desdoblamiento en la coordinación al que he hecho referencia puede tener sentido en ciertos contextos, como en No tiene hermanos ni hermanas y en otros ejemplos que allí se proporcionan. También se aclara que existen otros recursos lingüísticos que pueden deshacer fácilmente los casos de posible ambigüedad o de falta de precisión en la referencia a grupos de personas. Pero lo que en estas guías se entiende, de manera poco justificada, es que hay siempre discriminación en las expresiones nominales construidas en masculino con la intención de abarcar los dos sexos. Proponen, pues, que debe sustituirse Los afectados recibirán una indemnización (VAL-26) por Los afectados, hombres y mujeres, recibirán una indemnización, ya que las mujeres afectadas que lean la primera variante entenderán (o quizá tendrán que entender, quieran o no, en función del despotismo ético al que me he referido) que no corresponde a ellas el resarcimiento que se anuncia.
Nadie considera controvertida la propuesta de extender la formación de pares morfológicos a los nombres de profesiones y cargos (ingeniero-ingeniera, etc.), hoy universalmente aceptada. Aun así, no parecen admitir estas guías que una profesional de la judicatura pueda elegir entre ser jueza o ser juez, ni que una licenciada en Medicina pueda escoger entre ser llamada médica o médico, a pesar de que se ha constatado en múltiples casos que existen preferencias geográficas, además de personales, por una u otra denominación.
En la guía que patrocina la Junta de Andalucía se critica a la RAE (AND-40) porque en su edición de 1984 todavía aparecían sustantivos sin desdoblar en el Diccionario Académico. No negaré que las críticas retrospectivas tienen sentido como parte de la historia de las ideas sociales (entre ellas, las lingüísticas), pero tampoco que a algunos parece molestarles que la RAE actualice sus obras con el curso de los años, ya que esta modernización los va privando de argumentos para criticarla.
7. Los lectores curiosos e interesados que lean con atención las guías de lenguaje no sexista se formularán un gran número de preguntas lingüísticas, pero me temo que buscarán inútilmente las respuestas entre sus páginas (de nuevo, con la posible excepción de MAL). El lector de estas guías habrá aprendido, en efecto, que es sexista decir o escribir El que lo vea (MUR-4) en lugar de Quien lo vea; que también lo es la expresión Los futbolistas (AND-37) en lugar de Quienes juegan al fútbol; que no debe hablarse de los requisitos exigidos para acceder a plazas de Profesores no Asociados (UNED-5), sino de los requisitos exigidos para acceder a las plazas de Profesorado no Asociado; que un periodista no debe escribir Los españoles irán a las urnas el próximo domingo, sino La población española irá a las urnas el próximo domingo (VAL-24), y que en la redacción de los convenios colectivos deben evitarse expresiones como permiso para acudir a la consulta del médico (CCOO-52), puesto que este uso discrimina a las médicas.
Una vez que haya asimilado todas estas directrices, el lector se preguntará probablemente si es o no sexista usar el adjetivo juntos, masculino plural, en la oración Juan y María viven juntos. Como este adjetivo “no visibiliza el femenino”, en este caso el género del sustantivo María, es de suponer que esta frase es sexista. Tal vez el que la construyó debería haber dicho …viven en compañía para no ser discriminatorio con las mujeres. Pero, ¿qué hacer si el predicado fuera …están contentos,están cansados o …viven solos? ¿Deberían tal vez usarse en estos contextos adjetivos que no hagan distinción en la concordancia de género, como alegres o felices, o locuciones que no la requieran, como en soledad? De nuevo, ninguna respuesta.
¿Será o no sexista el uso de la expresión el otro en la secuencia Juan y María se ayudan el uno al otro en lo que pueden? Como esta expresión tampoco visibiliza el femenino en la concordancia, cabe pensar que esta frase también es sexista. Si a un hombre o una mujer se le escapa la frase Ayer estuvimos comiendo en casa de mis padres, ¿estará siendo sexista? Seguramente sí, se dirá, puesto que el sustantivo padres designa aquí al padre y a la madre conjuntamente. Como se sabe, el español no posee un término particular para estos usos, a diferencia del inglés, el francés o el alemán, entre otras lenguas. Así pues, el sustantivo padres tampoco visibiliza a la mujer, a pesar de que la abarca en su designación. Pero, si hay que evitar estas expresiones, por sexistas, tampoco podremos usar los reyes, mis tíos o sus suegros para designar parejas (ni tus primos para referirse a grupos), ya que la anulación de la visibilidad de la mujer se extiende a todas ellas. ¿Debería entonces pedirse a la RAE que expulsara estas voces de su diccionario (padre: 9. pl. El padre y la madre, DRAE) y de su gramática (Nueva gramática, § 2.2l)?
Hace unas semanas pregunté a mis alumnas de sintaxis de la Universidad Complutense si aceptaban la oración Nadie estaba contenta. Ninguna contestó afirmativamente. Como antes, una opción es pensar que la RAE debería darla por buena, fomentar su uso y contribuir con ello a la visibilidad de la mujer en el lenguaje. Otra opción, que algunos consideramos preferible, sería entender que la irregularidad de esta frase no está en la sociedad, sino en la sintaxis. Nos parece natural, en efecto, ¿Quién estaba contenta? porque interpretamos un complemento partitivo tácito (¿Quién de ellas?), mientras que rechazamos Nadie estaba contenta porque este complemento se rechaza igualmente en ese caso (es decir, no decimos Nadie de ellas).
Aun cuando dejáramos de lado estas cuestiones sintácticas sutiles, seguiría siendo pertinente la simple pregunta de dónde fijar los límites ante el “problema de la visibilidad de la mujer en el lenguaje”. Si la mujer ha de sentirse discriminada al no verse visualizada en cada expresión lingüística relativa a ella, y al parecer falla su conciencia social si no reconoce tal discriminación, ¿cómo establecemos los límites entre lo que su conciencia debe demandarle y el sistema lingüístico que da forma a su propio pensamiento? Si no estamos dispuestos a aceptar que es la historia de la lengua la que fija en gran medida la conformación léxica y sintáctica del idioma, ¿cómo sabremos dónde han de detenerse las medidas de política lingüística que modifiquen su estructura para que triunfe la visibilidad?
Consideremos, a título de ejemplo, el caso de los animales. ¿Debemos entender tal vez que es correcto discriminar a las hembras en expresiones tan comunes como los perros, los gatos, los lobos o los jabalíes, o hemos de interpretar, por el contrario, que no es preciso que el género tenga aquí correspondencia con el sexo? Los que elijan esta última opción ¿habrían de argumentar tal vez que los animales no tienen dignidad, y que este es el factor que determina la visibilidad morfológica? De nuevo, ¿cuál es el límite?
A los que respondan que no conviene llevar las normas o las reglas gramaticales a sus extremos, habría que recordarles que las normas gramaticales no tienen extremos. Se formulan de cierta manera y se aplican en función de ciertos criterios léxicos, morfológicos o sintácticos que deben expresarse con claridad. Se dice en algunas guías (por ejemplo, en CCOO-24) que los críticos del desdoblamiento léxico (ciudadanos y ciudadanas, etc.) construyen deliberadamente ejemplos recargados con el solo propósito de ridiculizar, a menudo en periódicos o en blogs, a quienes proponen dicho recurso visibilizador. Pero los fragmentos de la constitución de la República Bolivariana de Venezuela que oportunamente cita Ignacio M. Roca en el Boletín de la Real Academia Española (tomo 89, 2009, pág. 78), no constituyen ejemplos inventados por periodistas o escritores:
«Sólo los venezolanos y venezolanas por nacimiento y sin otra nacionalidad podrán ejercer los cargos de Presidente o Presidenta de la República, Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, Presidente o Presidenta y Vicepresidentes o Vicepresidentas de la Asamblea Nacional, magistrados o magistradas del Tribunal Supremo de Justicia, Presidente o Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Procurador o Procuradora General de la República, Contralor o Contralora General de la República, Fiscal General de la República, Defensor o Defensora del Pueblo, Ministros o Ministras de los despachos relacionados con la seguridad de la Nación, finanzas, energía y minas, educación; Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de los Estados y Municipios fronterizos y de aquellos contemplados en la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional.»
«Para ejercer los cargos de diputados o diputadas a la Asamblea Nacional, Ministros o Ministras; Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas de Estados y Municipios no fronterizos, los venezolanos y venezolanas por naturalización deben tener domicilio con residencia ininterrumpida en Venezuela no menor de quince años y cumplir los requisitos de aptitud previstos en la ley.»
De hecho, tales desdoblamientos múltiples se proponen a menudo como ejemplos en estas mismas guías. La de la UNED considera que no debe decirse Los funcionarios interinos que hayan trabajado entre el 8 de julio y el 7 de enero […], sino (UNED-5) Los funcionarios y funcionarias interinos e interinas que hayan trabajado entre el 8 de julio y el 7 de enero […]. También propone (UNED-8) como modelo de redacción frases como […] foros y chats, para que el/la estudiante pueda comunicarse con el equipo docente, los/las tutores/as y los/las compañeros/as…, así como En estos centros las tutoras y los tutores actuarán como guías y asesores de las alumnas y los alumnos (UNED-10), con aparente discriminación de las asesoras. En MAL-70 se sugiere como pauta El/la avalado/a está obligado/a a comunicar a el/la avalista dicha circunstancia.
8. Un buen paso hacia la solución del “problema de la visibilidad” sería reconocer, simple y llanamente, que, si se aplicaran las directrices propuestas en estas guías en sus términos más estrictos, no se podría hablar. Mucho me temo, sin embargo, que las propuestas no estén hechas para ser adaptadas al lenguaje común. Unas veces se dice expresamente en las guías, pero otras queda tan solo sobrentendido: se supone que los cambios que se solicitan han de afectar únicamente al lenguaje oficial. Se aplicarían, pues, a los textos legales o administrativos (lengua escrita) y a los discursos públicos, las declaraciones, las ruedas de prensa y otras manifestaciones de la lengua oral. Dicho de una manera más clara: se ve como algo enteramente natural que la autoridad, el responsable o el gestor que desdobla usuarios y usuarias o ciudadanos y ciudadanas se olvide de su desdoblamiento cuando ya no esté delante de un micrófono o de una cámara. Una vez abandone la tribuna o el estudio de grabación, dirá que “va a cenar con unos amigos”, sin intención de excluir a las mujeres, o que “tiene que ir al colegio a recoger a sus hijos”, sin que hayamos de suponer que no tiene hijas. Hablará, en una palabra, como todo el mundo.
No me parecen insignificantes las implicaciones que conlleva la aceptación de este sorprendente cambio de registro. Precisamente ahora que se trabaja para que el lenguaje de los textos jurídicos se acerque en alguna medida al español común, las propuestas para “visibilizar a la mujer” en el idioma parecen encaminarse en el sentido opuesto. Se trata, al parecer, de lograr que el lenguaje oficial se diferencie aún más del real. A los tan denostados eufemismos de los políticos y los economistas, que enmascaran o edulcoran, como sabemos, tantos aspectos de la realidad, parece que ha de agregarse ahora un nuevo código artificial, ajeno al lenguaje común, constituido por nuevos circunloquios, restringidos —como antes— al mundo oficial. A la vez, se acepta paradójicamente su propia artificiosidad al reconocer implícitamente que no tienen aplicación en la lengua de todos los días.
Pero existen razones para la esperanza. Observo, por ejemplo, que la Junta de Andalucía no sigue tan estrictamente en su Boletín Oficial (BOJA) las normas antisexistas que proponen sus consejerías. Abro al azar el BOJA y leo: "Emplácese a cuantos aparecen como interesados en el expediente, a fin de que puedan personarse en legal forma como demandados en el plazo de nueve días ante el órgano jurisdiccional" (BOJA, 7 de enero de 2009, pág. 55). A estas tres infracciones en tan pocas líneas se suman otras muchas en otros números del BOJA, y aun en este que cito.
En el mismo sentido, el título del informe nº 247/2012 de la Federación Regional de Enseñanza de Comisiones Obreras de Madrid (Sector Universidad) contiene dos supuestas infracciones a las pautas que estipula este sindicato: Los defensores universitarios dan la razón a los trabajadores. En sus páginas aparecen asimismo varios usos del masculino en su uso no marcado, y no encuentro en ellas ni un solo grupo nominal desdoblado (ya no somos los únicos en defender […]; la atención a los estudiantes; el legítimo derecho de los empleados públicos, etc.). Lo mismo cabe decir de los documentos de la UGT (un ejemplo, entre otros muchos, es la Carta de derechos de los trabajadores en paro del 2-12-2010). No he sido capaz, por otra parte, de encontrar un solo documento de CCOO o de UGT en el que aparezca la expresión desdoblada empresarios y empresarias.
Es de suponer que los que redactaron todos estos textos, y otros análogos emitidos por las mismas instituciones que patrocinan las guías de lenguaje no sexista, probaron antes la versión alambicada de sus escritos, y —quizá después de algunas dudas—, optaron, con buen criterio, por sacrificar la visibilidad a la naturalidad y a la eficacia.
9. Nadie pone hoy en cuestión que la labor que llevan a cabo los profesores de Lengua en la Enseñanza Media constituye una parte esencial de la educación de nuestros jóvenes. Entre sus múltiples tareas está la de conseguir que adquieran cierta soltura en el uso del idioma, distingan matices léxicos y gramaticales, y sean capaces de hablar y escribir con corrección. El profesor de Lengua deberá decidir, como es lógico, qué normas explica en sus clases. Habrá de pensar si recomienda a sus alumnos que escriban l@s niñ@s (como se sugiere en AND-37), l@s actores/as normalmente involucrad@s (como se propone en UGT-33) y alumn@s o funcionari@s (como se recomienda en UPM-17), o deberá, por el contrario, pedir a sus alumnos que eviten estas expresiones, tal como recomienda la RAE, junto con todas las gramáticas normativas y los manuales de estilo de los medios de comunicación.
En la guía de Comisiones Obreras se explica (CCOO-65, nota 24) que la arroba es un signo “que no es reconocido en este uso no sexista por los dispositivos lectores que emplean las personas con discapacidad visual”. A pesar de ello, constituye “un recurso posible y efectivo cuando no se quiere marcar el género”. De hecho, parece sugerir que se emplee también en rótulos, y propone el ejemplo Acceso Delegad@s. Solo una de las nueve guías que cito recomienda evitar la arroba como signo lingüístico en todos los contextos. Aun así, no propone sustituir L@s niñ@s vendrán a clase con ropa cómoda (MAL-88) por el equivalente con los niños, sino con las niñas y niños o con los/as niños/as.
La elección del profesor de Lengua afecta, desde luego, a otros muchos aspectos. Deberá decidir si recomienda que sus alumnos escriban Los/las trabajadores/as, como hace la UGT (UGT-11) o si les enseña a evitar este uso. Cuando explique en clase los sustantivos colectivos y los abstractos ¿deberá tener en cuenta que no equivalen siempre a los plurales? La Universidad de Murcia (MUR-4) proporciona una lista de “términos que hacen referencia tanto a hombres como a mujeres”. En esta lista aparecen alumnado, profesorado y clientela, pero también adolescencia, licenciatura, coordinación, infancia, niñez, ingeniería, vejez y jefatura, términos que se proponen como sustitutos de los nombres de persona. La Universidad Politécnica (UPM-12) recomienda usar las tutorías en lugar de los tutores; la Generalitat Valenciana hace equivaler (VAL-23) el alcalde a la alcaldía, y la Universidad de Granada (GRAN-6) entiende que este tipo de sustituciones “facilitarán la escritura sin romper la estética del texto”. MAL es la única guía que actúa con cierta cautela: “Estos listados son orientativos y no deben interpretarse como soluciones válidas en todos los contextos” (MAL-52).
No es preciso, desde luego, ser lexicógrafo para intuir que la niñez no equivale a los niños, y, en general, que, si existen contextos en que alguno de estos sustantivos abstractos equivalga a un colectivo de persona, están sumamente restringidos. En ciertos casos, los nombres colectivos de persona (ninguno de los cuales “visibiliza a la mujer”) no designan en español dos grupos de individuos de distinto sexo. Así, el que dirige un colegio podría tal vez usar la expresión mi profesorado para aludir al conjunto de profesores y profesoras que trabajan en él, pero el que quiere referirse al conjunto de profesores y profesoras que ha tenido en su vida no podrá usar mi profesorado, pero sí mis profesores. En UPM-12 se hace notar que, como es sexista la presencia del artículo los en los interventores, habrá que sustituir esa expresión por quienes intervengan. Poco parece importar a los autores de la guía el que las dos fórmulas no sean necesariamente equivalentes.
En la mayor parte de las guías que cito se recomienda omitir, siempre que sea posible, los artículos masculinos para evitar el uso no marcado de este género. Para la Universidad de Granada (GRAN-7) es sexista la frase Los jóvenes y los ancianos están siempre de acuerdo, de forma que el sexismo desaparecería suprimiendo el artículo: Jóvenes y ancianos están siempre de acuerdo. La Universidad de Murcia recomienda (MUR-4) no usar expresiones como Va dirigido a los estudiantes de último curso, y aconseja emplear en su lugar Va dirigido a estudiantes de último curso. Pero, como es obvio., el profesor de Lengua Española debería aclarar en sus clases que la supresión del artículo da lugar unas veces a secuencias anómalas, y otras muchas a notables cambios de sentido. El que dice Conozco a los especialistas en esta cuestión está diciendo que los conoce a todos, mientras que, si dice Conozco a especialistas en esta cuestión, está diciendo que conoce a algunos (que podrían, como antes, ser hombres o mujeres). Las gramáticas del español suelen explicar estas diferencias con detalle.
¿Es todo esto demasiado sutil? ¿Se le está diciendo al profesor que en sus clases de Lengua debe prescindir de los matices y que ha de anular cuantas diferencias sintácticas o léxicas sean necesarias para que prevalezca la visibilidad? Me parece que el conflicto de competencias al que aludía al principio no es tanto un problema legal cuanto una cuestión de responsabilidad profesional. También es, por consiguiente, un problema de conciencia.
10. Llama la atención el que sean tantas las personas que creen que los significados de las palabras se deciden en asambleas de notables, y que se negocian y se promulgan como las leyes. Parecen pensar que el sistema lingüístico es una especie de código civil o de la circulación: cada norma tiene su fecha; cada ley se revisa, se negocia o se enmienda en determinada ocasión, sea la elección del indicativo o del subjuntivo, la posición del adjetivo, la concordancia de tiempos o la acepción cuarta de este verbo o aquel sustantivo.
Nadie niega que la lengua refleje, especialmente en su léxico, distinciones de naturaleza social, pero es muy discutible que la evolución de su estructura morfológica y sintáctica dependa de la decisión consciente de los hablantes o que se pueda controlar con normas de política lingüística. En ciertos fenómenos gramaticales puede encontrarse, desde luego, un sustrato social, pero lo más probable es que su reflejo sea ya opaco y que sus consecuencias en la conciencia lingüística de los hablantes sean nulas. Así, el hecho de que tothom (literalmente, ‘todo hombre’) signifique ‘todos, todo el mundo’ en catalán no parece molestar a las catalanas. El indefinido omne (de lat. hominem) se usaba en castellano medieval con el sentido de ‘uno, cualquiera’. Esta forma de crear indefinidos pervivió en alemán y en francés, entre otros idiomas. El indefinido alemán man (‘alguien, uno’) se pronuncia como el sustantivo Mann (‘hombre’), y no se diferenciaba de él en la lengua antigua. Cualquier alemán, hombre o mujer, reconoce que hay relación entre man y Mann cuando dice, por ejemplo, Das sagt man (‘Eso dicen’). Es algo mayor la diferencia de pronunciación entre el francés on (‘uno, alguien’) y homme (‘hombre’), pero su origen es también el sustantivo “hombre” (latín hominem). Esta forma de fosilización recibe entre los lingüistas el nombre de gramaticalización.
No queda claro cuál habría de ser, aplicando la lógica de la visibilidad, la reacción de las mujeres alemanas o francesas ante estos hechos, ni tampoco ante qué institución deberían presentar su protesta por tener que aceptar tamaña injusticia sintáctica. Como es obvio, si no se sienten discriminadas por estos fenómenos —como, en efecto, sucede— es porque comprenden que los significados de las palabras se modifican en su evolución, incluso aunque sus antiguos sentidos sean parcialmente reconocibles en la actualidad. Si no hay discriminación en estos usos es, simplemente, porque las etimologías no revelan el significado actual de las palabras, y también porque la historia de cada lengua no es la historia de las disposiciones normativas que sobre ella se hayan dictado, sino la historia de un organismo vivo, sujeto a una compleja combinación de factores, entre los que destacan los avatares de los cambios sociales y las restricciones formales fijadas por el sistema gramatical. Como es obvio, no existe institución ante la que haya que manifestarse para exigir que el sustantivo sol, el nombre del astro rey, deje de ser masculino en español, a la vez que luna es femenino, y demandar que las cosas sean exactamente al revés, como sucede en alemán.
11. Se explica en AND-60 que “esta guía, más que mostrar pautas gramaticales […], es un intento de iniciar pequeñas vías de reflexión en la ciudadanía”. Seguramente es así, aun cuando el hecho de que la Junta de Andalucía explicara en su momento que se multaría a los anunciantes que no respetaran en sus textos las directrices lingüísticas de esa institución la convierte quizá en algo más que “un intento de reflexión en la ciudadanía”. Las páginas precedentes constituyen también un intento de mover a la reflexión, pero en un sentido diferente. El propósito último de las guías de lenguaje no sexista no puede ser más loable: contribuir a la emancipación de la mujer y a que alcance su igualdad con el hombre en todos los ámbitos del mundo profesional y laboral. Intuyo que somos muchos —y muchas— los que pensamos que la verdadera lucha por la igualdad consiste en tratar de que esta se extienda por completo en las prácticas sociales y en la mentalidad de los ciudadanos. No creemos que tenga sentido forzar las estructuras lingüísticas para que constituyan un espejo de la realidad, impulsar políticas normativas que separen el lenguaje oficial del real, ahondar en las etimologías para descartar el uso actual de expresiones ya fosilizadas o pensar que las convenciones gramaticales nos impiden expresar en libertad nuestros pensamientos o interpretar los de los demás.
No deja de resultar inquietante que, desde dependencias oficiales de universidades, comunidades autónomas, sindicatos y ayuntamientos, se sugiera la conveniencia de extender —y es de suponer que de enseñar— un conjunto de variantes lingüísticas que anulan distinciones sintácticas y léxicas conocidas y que prescinden de los matices que encierran las palabras con la intención de que perviva la absoluta visibilidad de la distinción entre género y sexo. La enseñanza de la lengua a los jóvenes constituye una tarea de vital importancia. Consiste, en buena medida, en ayudarlos a descubrir sus sutilezas y comprender sus secretos. Se trata de lograr que aprendan a usar el idioma para expresarse con corrección y con rigor; de contribuir a que lo empleen para argumentar, desarrollar sus pensamientos, defender sus ideas, luchar por sus derechos y realizarse personal y profesionalmente. En plena igualdad, por supuesto.